Traducción Legal: Errores Más Comunes y Cómo Evitarlos

La traducción jurídica es una de las especialidades más complejas y delicadas del mundo de la traducción. Un simple error puede tener consecuencias devastadoras, desde invalidar un contrato hasta provocar costosos litigios. Como traductora jurídica con más de 10 años de experiencia, he observado patrones recurrentes de errores que pueden y deben evitarse.

¿Por qué la traducción legal es tan compleja?

El derecho es intrínsecamente cultural. Cada sistema jurídico ha evolucionado dentro de un contexto histórico, social y cultural específico. Cuando traducimos un documento legal, no solo transferimos palabras de un idioma a otro, sino que navegamos entre sistemas jurídicos que pueden ser fundamentalmente diferentes.

Dato importante: Según el Colegio de Traductores e Intérpretes de Madrid, el 78% de los recursos legales relacionados con documentos traducidos se deben a errores terminológicos evitables.

Los 7 errores más frecuentes

1. Traducción literal de términos jurídicos

El error más común es la traducción palabra por palabra de conceptos legales que no tienen equivalencia directa entre sistemas jurídicos.

Término original (EN) Traducción incorrecta Traducción correcta
Common law Ley común Derecho anglosajón / Sistema de common law
Trust Confianza Fideicomiso / Trust (con explicación)
Consideration Consideración Contraprestación

2. Ignorar las diferencias entre sistemas jurídicos

Muchos traductores cometen el error de asumir que conceptos similares en diferentes sistemas jurídicos son idénticos. Por ejemplo, el concepto de "bankruptcy" en Estados Unidos no es exactamente igual al "concurso de acreedores" en España.

Error grave: Traducir "plea bargain" como "acuerdo de culpabilidad" sin explicar que este concepto no existe en el sistema jurídico español.

3. Inconsistencia terminológica

La consistencia es crucial en traducción jurídica. Si decidimos traducir "plaintiff" como "demandante" al principio del documento, debemos mantener esta traducción a lo largo de todo el texto.

4. Malinterpretación de "falsos amigos" jurídicos

Algunos términos parecen similares pero tienen significados completamente diferentes:

  • "Actual damages" no significa "daños actuales" sino "daños efectivos"
  • "Eventually" en contexto legal significa "finalmente", no "eventualmente"
  • "Compromise" en derecho se refiere a "transacción", no a "compromiso"

5. Descuidar el registro y estilo jurídico

Los documentos legales tienen un registro formal específico que debe mantenerse en la traducción. No podemos traducir un contrato con lenguaje coloquial ni un documento informal con lenguaje arcaico.

6. Errores en fechas, cifras y referencias

Los errores en datos objetivos son inexcusables y pueden tener consecuencias graves:

  • Confundir formatos de fecha (12/03/2024 vs 03/12/2024)
  • Errores en cantidades monetarias
  • Referencias incorrectas a leyes o códigos
  • Números de artículos o secciones equivocados

7. No investigar la legislación aplicable

Cada documento legal se rige por una legislación específica. Es fundamental investigar y comprender el marco legal aplicable antes de comenzar la traducción.

Mejores prácticas para evitar errores

1. Investigación previa exhaustiva

  • Identificar el tipo de documento y su propósito
  • Investigar la legislación aplicable en ambos países
  • Crear un glosario específico para el proyecto
  • Consultar precedentes y traducciones similares

2. Uso de recursos especializados

Recursos recomendados:
  • Black's Law Dictionary (inglés)
  • Diccionario del Español Jurídico (RAE)
  • Base de datos IATE de la UE
  • Jurisprudencia comparada
  • Consultas con abogados especialistas

3. Estrategias de traducción específicas

  1. Equivalencia funcional: Buscar el término que cumple la misma función legal
  2. Préstamo + explicación: Mantener el término original y añadir una explicación
  3. Paráfrasis descriptiva: Explicar el concepto cuando no existe equivalencia
  4. Notas del traductor: Aclarar diferencias importantes entre sistemas

4. Control de calidad riguroso

Todo documento legal debe pasar por múltiples revisiones:

  • Revisión terminológica con glosarios especializados
  • Verificación de datos objetivos (fechas, cifras, referencias)
  • Revisión por segundo traductor jurídico
  • Revisión final por abogado cuando sea posible

Herramientas tecnológicas de apoyo

Las herramientas TAO (Traducción Asistida por Ordenador) son especialmente útiles en traducción jurídica:

  • Memorias de traducción: Garantizan consistencia terminológica
  • Bases terminológicas: Almacenan glosarios especializados
  • Herramientas de QA: Detectan inconsistencias y errores
  • Software de comparación: Verifican correspondencia entre original y traducción

La importancia de la especialización

La traducción jurídica requiere:

  • Formación específica en derecho comparado
  • Experiencia en el tipo específico de documento
  • Conocimiento actualizado de ambos sistemas jurídicos
  • Red de contactos profesionales (abogados, otros traductores)
  • Formación continua en cambios legislativos

Conclusión

La traducción jurídica no admite improvisación. Cada palabra, cada término, cada construcción sintáctica puede tener implicaciones legales significativas. Los errores que hemos analizado son perfectamente evitables con la formación adecuada, los recursos apropiados y un enfoque metodológico riguroso.

Recordatorio fundamental: Cuando tengas dudas sobre un término jurídico, siempre es mejor consultar con un experto que arriesgarse a cometer un error que podría tener consecuencias legales graves.

En PuenteIdiomas, nuestro equipo de traductores jurídicos cuenta con formación especializada y años de experiencia en diferentes ramas del derecho. Porque en traducción legal, la precisión no es solo una meta, es una responsabilidad profesional ineludible.